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Plaguicida natural para la soja_24.04.2015

En dos establecimientos agropecuarios a unos 17 kilómetros de la ciudad de Dolores, en el departamento de Soriano, se realizó una prueba de aplicación de una nueva tecnología que se utiliza en Francia desde hace unos 25 años. En Uruguay se hacen los estudios desde hace cuatro años.

El doctor César Basso, profesor de entomología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, presente en el evento, indicó que “en las últimas dos décadas en numerosos países se ha extendido la utilización de bioinsecticidas para el control de plagas en la agricultura. De ese modo se evita la aplicación de insecticidas químicos tóxicos para la salud, que también son fuente de contaminación de alimentos y del medioambiente”. Se busca también valorizar la producción agrícola, tanto por medio de la utilización de procesos productivos amigables con el medio ambiente como obteniendo productos diferenciados de los genéricos, explicó.

En la oportunidad, Pascal Magnet, doctor en Entomología, y director Científico de Microorganismos de la empresa francesa InVivo, dijo que “esta tecnología se aplica hoy en Francia en una superficie aproximada a las 100 mil hectáreas; no se requiere el uso de maquinaria, teniendo en cuenta que los campos tienen una extensión de 10 a 30 hectáreas, superficie mucho menor a las que poseen los productores en Uruguay”.

La experiencia en el país galo es sobre cultivos de maíz, ya que no hay casi plantaciones de soja.

Herramientas para el control de plagas

Entre los bioinsecticidas, el de uso más extendido (en hectáreas) es el Trichogramma, una especie de pequeñas avispas parasitoides que ofrecen la ventaja de que parasitan y matan los huevos de los insectos plaga, evitando así la eclosión de las larvas y el daño a los cultivos.

El desarrollo científico-tecnológico ha permitido su producción masiva a costos compatibles con la actividad agrícola.

Una revolución para el sector

Maignet aseguró que el uso de estos bioinsecticidas significaría una revolución para Uruguay, ya que “no influyen en la polución del agua, y tampoco es un problema aplicarlos cerca de las zonas pobladas. Es posible aplicar Trichogramma en todos los campos del país”.

Las investigaciones en Uruguay llevan ya unos cuatro años. En la Facultad de Agronomía los trichogrammas ya han sido estudiados y evaluados, y hay resultados experimentales muy alentadores sobre su efectividad en el control de plagas de diferentes cultivos.

Vigilancia sanitaria y biodiversidad respetada

Por su parte el doctor Jacques Frandon, que trabaja para Biotop, empresa francesa especializada en la investigación y la producción de soluciones alternativas para la protección de plantas y alimentos, dijo que “estas soluciones son eficaces y respetuosas con el medio ambiente”.

Desde 1992, la biofábrica produce gran cantidad de huevos de la polilla de la harina (Ephestia kuehniella), utilizados en la cría de Trichogramma. Las investigaciones demuestran que estos huevos pueden utilizarse también para la cría de otros insectos útiles. Así, es posible diversificar la actividad productiva, incorporando la venta de huevos de E. kuehniella y la cría de otros insectos.

Desafío: llevar esta tecnología al gran cultivo

El ingeniero agrónomo Germán Bremermann, de la compañía ERRO, señaló, por su parte, luego de la demostración, que la empresa a la que está vinculado apoya a la Facultad de Agronomía en la experiencia de avanzar en el control de la lagarta de la soja. Destacó la nueva tecnología, amigable con el medio ambiente, como algo muy interesante que “está en plena etapa de experimentación y desarrollo”. También señaló que “se puede aplicar con la maquinaria que ya cuenta el productor”, y dijo que sólo falta evaluar, a nivel comercial o de gran cultivo “si estos enemigos naturales funcionan [en las plantaciones] como ha sido demostrado en pequeñas parcelas o en lotes demostrativos”.

Los costos

Según Bremermann, luego de la evaluación de los resultados “habrá que sentarse a estudiar qué costos tiene y analizar la relación costo-benficio, el impacto que pueda tener en el manejo del productor, sobre todo una máxima productividad. También lograr que el cultivo sea rentable, tratando de manejar lo mejor posible las condiciones del medioambiente y modificar lo menos posible las condiciones naturales”.

El ingeniero Basso, en tanto, explicó que desde 2010 se llevan a cabo ensayos en el cultivo de soja en conjunto entre la Facultada de Agronomía y las empresas Biotop/ Invivo, que multiplican y comercializan estos parasitoides en Francia. Ahora se trata de ofrecer este bioinsecticida a empresas y productores agrícolas uruguayos, para atender las necesidades de un área de plantación cada vez mayor.

Para las demostraciones hechas en el departamento de Soriano se usaron Trichogrammas colectados en Uruguay, pero multiplicados masivamente y acondicionados en difusores de liberación en Francia. Estos difusores son diestribuidos en el cultivo para que las avispas emerjan y vuelen a parasitar los huevos de las lagartas de la soja (Rachipulsa, Anticarsia, Epinotia, Helicoverpa). Con ello se logra una mejor cobertura del cultivo que con insecticidas químicos, y sin afectar la salud ni el ambiente.

Como parte de la demostración se realizó un simulacro en un cultivo de soja en campos próximos a la ciudad de Dolores (Soriano) para ajustar la distribución de difusores de Trichogrammas por medio de un “mosquito”, máquina que se habitualmente para aplicar insecticidas químicos. Para tal prueba el “mosquito” fue modificado para que distribuyera cien cápsulas por hectárea, como vehículo para trasladar los enemigos naturales al cultivo.

Los participantes

Pascal Maignet es Director Científico en Macroorganismos en Invivo, grupo cooperativo agrícola francés que reúne a 241 cooperativas asociadas y opera en las áreas de semillas e insumos agrícolas, nutrición y salud animal, almacenamiento, comercialización y distribución de granos.

Por sus ventas consolidadas -6083 millones de euros en 2011- InVivo es el grupo agrícola cooperativo líder de Francia y el séptimo en Europa, detrás de FrieslandCampina (Países Bajos), Bay Wa (Alemania), Arla Foods (Suecia – Dinamarca), Südzucker (Alemania), Danish Crown (Dinamarca) y Agravis (Alemania) .

Biotop fue creada en 1985 como una extensión de la colaboración con el INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) con el fin de desarrollar un método de control biológico contra el piral del maíz usando Trichogramma.

Participaron de la demostración realizada en el departamento de Soriano los técnicos del Instituto de Investigación Agropecuaria – La Estanzuela (INIA) ingeniera agrónoma Ximena Cibils (pasturas y forrajes), ingeniera agrónoma Stella Zerbino (cultivos), técnica agropecuaria Mabel Pessio (auxiliar en entomología/ protección vegetal) y el ingeniero agrónomo Pablo Calistro (entomología).

En representación de la empresa Entoagro participó el ingeniero agrónomo Guillermo Aznarez.

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