Israel, un país afectado permanentemente por acciones bélicas, ocupando un territorio desértico, ha logrado convertirse en un referente mundial en el manejo del agua, y alcanza producciones agropecuarias que merecen ser tenidas en cuenta.
Una asociación entre la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), institución pública dependiente del Ministerio de Agricultura, y el sector privado se ha traducido en la obtención del primer cultivo de soja transgénica desarrollada totalmente en Brasil. Lanzada a fines de Agosto, la nueva variedad es tolerante a herbicidas de la clase de las imidozalinonas.
Este proyecto fue creado con el objetivo de dar una solución y un nuevo uso a los envases vacíos que se utilizan en la producción agrícola post consumo.
Actualmente, el país ha establecido un sistema de supervisión de seguridad que cubre completamente la cadena de productos genéticamente modificados, incluyendo la investigación, producción y comercio.